miércoles, 2 de enero de 2013

MALVINAS Y PAYSANDÚ: DOS BATALLAS, UNA GESTA ARGENTINA ORIENTAL por Hugo Ferreira

  El 2 y 3 de enero, se conmemoran dos fechas, una en Argentina y otra en Uruguay. Ambas, aún laten con fuerza en toda la Patria Grande: El 3 de enero de 1833, embarcaciones del imperio británico tomaban por la fuerza el territorio argentino de las Islas Malvinas. Pero tuvieron que vérselas con el gaucho entrerriano Antonio Rivero que liderando la Revolución Malvinera (26 de agosto de 1833), mantuvo en alto con dignidad durante algo más de cuatro meses el emblema de las Provincias Unidas en América del Sur. 32 años más tarde, el 2 de enero de 1865, terminó la gloriosa gesta de 33 días de la Heroica Paysandú liderada por el oriental Leandro Gómez.

Plaza Islas Malvinas, esquina Paysandú y 9 de Julio (Colón, Entre Ríos)

El 3 de enero de 1833, embarcaciones del imperio británico tomaban por la fuerza el territorio argentino de las Islas Malvinas. Pero tuvieron que vérselas con el gaucho entrerriano Antonio Rivero que en la gesta de la Revolución Malvinera, comenzada el 26 de agosto de 1833, mantuvo en alto con dignidad durante algo más de cuatro meses el emblema de las Provincias Unidas en América del Sur. 32 años más tarde, el 2 de enero de 1865, terminó la gloriosa gesta de 33 días de la Heroica Paysandú liderada por el oriental Leandro Gómez.
 Solar en el que fueron fusilados el Gral. Leandro Gomez, el Tte. Coronel Juan María Braga, el Mayor Eduviges Acuña y el Capitán Federico Fernández.

 Paredón de fusilamiento
Marca de bala en el paredón

La usurpación de aquel 3 de enero de 1833, anunciaba el plan del imperialismo de conquistar el territorio sur de la Confederación Argentina y de dividir al país en varias republiquetas. Lo estaba consiguiendo en Centroamérica, lo consiguió con el mutilamiento de Bolivia y Uruguay de la Confederación.

La segunda, la Heróica Paysandú, anunciaba el plan de genocidio que se quería llevar al Paraguay. En ese sentido, Paysandú fue el laboratorio de lo que más tarde se realizaría en el Estado Guaraní.
Escolta Charrúa

La historia, así en minúscula, no nos enseña nada. La Historia, así en mayúscula, es lo que nos posibilita reflexionar, elaborar, pensar y sobre todo, SIMBOLIZAR esas experiencias de nuestra Patria.

Pero entonces, ¿qué tienen en común Malvinas y Paysandú? ¿Dónde confluyen esas epopeyas? Y principalmente, ¿qué importan hoy, a 180 años de una y 148 años de la otra?

Ambas gestas fueron protagonizadas por mujeres y hombres de nuestra tierra, indios, negros, gauchos y criollos que amaron a nuestro país y que enfrentaron a fuerzas colonizadoras realmente colosales. Rivero, al mando de sus pocos gauchos e indios, mantuvo la resistencia contra los marines de su graciosa majestad (nunca entendí qué tiene de graciosa esa vieja castradora). Leandro Gomez, con poco más de mil hombres, resistió en la capital sanducera el golpe de estado encabezado por Venancio Flores (también conocido en Santa Fe como “el degollador de Cañada de Gomez”), apoyado por la módica suma de 15 mil soldados de ejército imperial brasileño y sus escuadras. Con la Patria en los brazos, Rivero y Gomez la defendieron de aquellos que la deseaban para exprimirla y explotarla para fines no por inconfesables menos reales. Rivero y Gómez, contemporáneos entre sí – el entrerriano había nacido en Arroyo de la China [Concepción del Uruguay] en 1808 y el oriental en Montevideo en 1811 – pelearon en la misma guerra por la Soberanía nacional liderada por Rosas y Oribe. Malvinas el final del prólogo; Paysandú fue el comienzo del epílogo.

Leandro Gomez

En ambas gestas pelearon argentinos y orientales. En la Revolución de los Malvineros liderada por Rivero participaron 5 ó 6 guerreros federales de origen charrúa, sobrevivientes del genocidio realizado por el “Pardejón” Rivera, desterrados del recientemente inventado Estado Oriental. En Paysandú pelearon otros tantos argentinos, entre los que quisiera destacar a Rafael Hernandez, el verdadero padre de la Universidad de La Plata y hermano de José Hernandez el escritor de Martín Fierro. José apoyó a la Heroíca desde la banda occidental (impedido de cruzar el Río Uruguay). Alguien más: Waldino Urquiza, hijo del infame loco traidor “Justo” Urquiza, peleó junto a los nacionales orientales en un intento de conmover a su progenitor; no lo consiguió.

Reconstrucción del rostro del gaucho Antonio Rivero

Resulta elocuente que en Paysandú también lucharan orientales de origen charrúa, igual que en Malvinas. ¿Por qué luchaban todos ellos? Por amor a esta tierra en la que elegimos nacer, por nuestros hermanos, por nuestro “mero estar” y nuestro “mero darse para el fruto” como nos enseña Rodolfo Kusch. Por nuestras canciones, nuestra fe, nuestros candombes y milongas, nuestros malambos y carnavalitos, por nuestros cielitos y murgas. Por nuestras procesiones a la Santa Madre y nuestras ofrendas a la Pacha. Juntos, argentinos, orientales y americanos.

Autor: Francisco Ayerza, aprox. 1890, Estancia San Juan, actual Parque Pereyra Iraola

Ser consecuentes con Antonio Florencio Rivero y Leandro Gómez no es golpearse el pecho hablando de la Patria, vistiendo boina vasca, bombacha inglesa y camisa polo. Es aceptarla, comprenderla y amarla. “La Patria no es una mujer de pechos reventones” conceptualiza espiritualmente Leopoldo Marechal; o sea que quienes se llenan la boca con su nombre con el único fin de enriquecerse los bolsillos y aumentar sus privilegios no la conocen, no la aceptan, no la aman. Descendientes de los “papapolitanos” y otros gringos, tienen el bajísimo atrevimiento de decirles “extranjeros” al hijo del charrúa, del mapuche, del guaraní, del quichua y del aymara, del negro y del criollo que dieron su vida y su sangre para que hoy podamos tener nuestros países.
Monumento al General Leandro Gomez, Plaza Constitución, Paysandú (Uruguay)

Hoy no nos van a invadir escuadras imperiales colosales como las que tuvieron que enfrentar Rivero y Gómez al frente de charrúas, negros y criollos; pero eso no significa que no estemos una y otra vez resistiendo desembarcos imperiales de Misters Cosos eufemísticamente llamados fondos buitres, papeleras, fondos monetarios, etc., apoyados por los contreras de adentro, “patriotas” de Jockeys y jackets.

Xul Solar, "Drago", 1921

Hoy, seguir el ejemplo de Rivero y Gómez es hacer todo lo que haya que hacer para consolidar nuestra Unión de Naciones Sudamericanas y nuestro Mercado Común del Sur, con trabajo, salud y cultura (nuestra cultura) para todas y todos los americanos.

"Bando, neones y sapos", Ricardo Carpani

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